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El conejo blanco, también conocido como conejo blanco de florida, es una raza de conejo albina que pertenece a la familia de mamíferos lagomorfos lepóridos, y que en un primer momento se utilizaba como alimento y para la experimentación en laboratorios, aunque con el paso del tiempo se ha arraigado como animal de compañía, con unas características muy particulares como el hecho de que sólo se encuentran en color blanco, tal y como revela su nombre, y con los ojos rojos.+
Características de los conejos blancos
Si hay una particularidad que ayuda a distinguir al conejo blanco del resto de razas es la combinación de su pelaje blanco con los ojos rojos.
Se trata de conejos albinos que aparecieron tras el cruce de conejos holandeses albinos con conejos blancos de Nueva Zelanda y conejos albinos polacos, mezcla que se realizó en el año 1967 por parte del por entonces juez de la ARBA, siglas por la que se conoce la Asociación Americana de Conejos.
Orville Milen era su nombre, y el objetivo principal era el de crear una raza de conejo ideal para el laboratorio, que a la vez también serviría como alimento.
Lejos de lo esperado, este animal adquirió una gran representatividad por parte de los propietarios de conejo, de manera que dio el salto directo para ser un animal de compañía.
El tamaño de este conejo es mediano, ya que difícilmente se puede encontrar ejemplares que superen los 3 Kg, mientras que la mayoría ronda los 2 Kg de peso en su adultez.
De hecho, hay ejemplares que tienen pesos inferiores a un kilogramo, cumpliendo así con las exigencias para la denominación de conejo toy. Su cuerpo es bastante compacto, y destaca por apenas presentar cuello entre la cabeza y el resto del cuerpo.
Esto le permite tener un aspecto redondeado muy estético, el cual contrasta con unas orejas de mayor grosor de lo que se entrevería por la proporción general.
Los ojos son de color rojo debido a la falta de pigmentación, ya que hablamos de un animal albino, mientras que su pelaje será siempre de un blanco muy puro sin combinaciones con otros colores debido al albinismo.
Tienen una esperanza de vida de entre cinco y ocho años, la cual está por debajo de la media de los conejos en general, aunque siempre se puede alargar el máximo con una buena atención y control de la alimentación, higiene y salud.
Comportamiento
Son animales miedosos, como ocurre con la mayoría de conejos, a la vez que también tienen una elevada sensibilidad, lo que nos obliga a cuidarlos con mucho cariño y ternura si queremos que sea feliz y cree una conexión emocional con su familia.
Pese a ello, son animales muy dóciles, que valoran mucho la tranquilidad, pero también requieren de buena compañía todos los días.
Son observadores y denotan una gran bondad, haciéndose muy válidos como conejos para niños, siempre y cuando aprendan a tratarlos con respecto y suavidad para evitar estresarlos.
Sus huesos son muy finos y frágiles, por lo que debemos extremar las precauciones con ellos ya que tienen una gran tendencia a las fracturas.
Alimentación
La alimentación no difiere de la de cualquier otro conejo, de manera que estará compuesta por heno, verduras frescas, frutas ocasionales y pienso. El heno es importante que esté disponible en todo momento, ya que es esencial por la fibra y por su función de lima para dientes.
En cuanto a las verduras, siempre deberán ser frescas, y las mejores son las de hoja verde así como los pimientos verdes y rojos. Pienso deberá tener en todo momento, mientras que la fruta será ocasional, y como mucho tres veces por semana de forma discontinua.
El agua es de gran importancia para esta raza, ya que tiene tendencia a la deshidratación, por lo que es importante que beba con frecuencia, para lo cual, no tendremos más que asegurarnos de que dispone en todo momento de agua fresca y limpia, la cual cambiaremos con frecuencia diaria.
Reproducción
Se reproduce como la mayoría de conejos, manteniendo una edad reproductiva óptima que va desde los seis meses hasta los cuatro o cinco años.
Deberemos procurar que la hembra no se quede embarazada antes de los nueve meses, mientras que por encima de los cuatro años, también pueden aumentar los riesgos de un mal parto. En el caso de los machos, no debemos preocuparnos.
No tienen un ciclo específico, sino que ovulará en el momento en el que el macho la monte.
Por esa razón, puede tener varios partos a lo largo del año, lo que implica que, en caso de tener machos y hembras juntos, deberemos castrarlos si no queremos encontrarnos con una familia de muchas decenas en pocos meses.
Desde el momento que queda embarazada, deberemos contar unos 31 días hasta el nacimiento de las crías, quedando después junto a la madre durante algo más de dos semanas consumiendo exclusivamente su leche.
Salud del conejo blanco
La salud del conejo blanco es muy estable a lo largo de toda su vida, aunque hay que prestar atención a algunos de los riesgos y debilidades por su condición de albinos que son:
- Enfermedades infecciosas: hay vacunas para algunas de ellas, las cuales son voluntarias, pero recuerda que es más efectivo mantener una buena higiene y aplicar antiparasitarios internos y externos.
- Enfermedades víricas: debemos vacunarlos contra la mixomatosis y las fiebres hemorrágicas como a todo conejo.
- Estrés: se estresa con facilidad, por lo que necesita espacio, tranquilidad y sobre todo un trato agradable y delicado.
- Neumonía: como ocurre con muchos conejos, tiene una cierta predisposición a los resfriados, los cuales, mal cuidados, pueden desembocar en neumonía.
- Problemas de piel: al ser albinos, su piel es mucho más delicada, por lo que conviene estar atentos para actuar ante cualquier problema que se pueda producir.
- Problemas óseos: destacan las fracturas debido a que tienen unos huesos muy delicados.
Cuidados
Los cuidados del conejo blanco se basan en una correcta alimentación, mucho cariño, una buena higiene y la tan necesaria asistencia veterinaria. Cumpliendo con estos factores, no sólo aumentará la estimación de vida, sino que además será un animal feliz con nosotros, lo cual es muy importante.
Partimos de la base de que se trata de un conejo que no requiere cuidados especiales salvo en materia de salud tal y como hemos mencionado anteriormente.
Esto significa que no va a suponer un trabajo excesivo, pero debemos mantener en todo momento su jaula limpia y libre de restos orgánicos, sobre todo de heces y orina.
También debemos asegurarnos de que mantenemos su adecuada higiene, lo que implica cepillados de vez en cuando, así como la limpieza con un trapo suave húmedo, ya que no debemos lavarlo en agua debido a que es algo que estresa mucho a los conejos.
Aunque se adaptan bien a las diferentes temperaturas, no les gusta demasiado el frío, y la humedad tampoco les sienta bien.
De forma regular, deberemos analizar su estado, lo que implica observar que actúa de forma normal, come bien, se mueve de un modo correcto, sus patitas están libres de durezas e imperfecciones, y por supuesto sus dientes y sus uñas tienen la longitud adecuada.
Si tenemos en cuenta estos cuidados y realizamos las visitas y revisiones al veterinario todos los años, podremos prevenir muchos problemas y garantizar su salud tanto física como mental.
Fotos de Conejo blanco
