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Si hay algo que caracterice a los caballos appaloosa, es su pintoresco pelaje, ya que cuenta con diferentes capas pero siempre (o casi siempre) con la característica de ser moteado y muy llamativo.
Se trata de caballos que están muy identificados con los indios americanos, ya que forman parte de la reintroducción del caballo por parte de España en América, lo cual permitió la recuperación de los núcleos salvajes que, posteriormente, serían domesticados por los indios para su uso.
Principalmente se trataba de caballos que fueron mezclados con el objetivo de mejorar sus características tanto en la caza como en la guerra, ofreciendo unas particularidades fantásticas como por ejemplo la posibilidad de estar sin comer ni beber durante largas horas sin por ello reducir su fuerza.
En la actualidad, es habitual utilizarlos en deportes de resistencia que van desde los torneos hasta pruebas de fortaleza, pruebas de resistencia, raids y un largo etcétera.
Esta variedad de caballo no es difícil encontrarla a partir de unos 2.500 €, aunque la media más habitual se sitúa en alrededor de los 4.000 €, pudiendo incluso superar ligeramente los 10.000 € para los ejemplares más caros.
Características de los caballos appaloosa
Estas son las principales características físicas y de comportamiento que vamos a encontrar en este caballo.
Cuánto viven
Esta raza de caballo, siempre y cuando sea atendida adecuadamente, puede alcanzar una esperanza de vida media de hasta 30 años, pudiendo aumentar o disminuir en función del ejemplar.
Alza
El alza de este caballo se encuentra en una media de 150 cm, pudiendo encontrarse ejemplares que van desde los 145 cm hasta los 160 cm.
Capa
Destaca su pelaje moteado, pero es importante entender que no todos los caballos que presentan esta capa son appaloosa. Para distinguirlo, deberemos observar su piel, la cual deberá ser rosada presentando zonas oscuras de forma intercalada.
Este diseño se da a lo largo de todo el cuerpo, pero es más fácil de detectar en la zona de los genitales y en el hocico. También ayuda a distinguirlos sus cascos, los cuales se presentan rayados, así como se pueden encontrar diferentes tipos de capa para el appaloosa que son:
- A gota: base clara con manchas oscuras.
- Copo de nieve: base oscura con manchas claras.
- Jaspeado: parte delantera oscura con manchas claras y trasera clara con manchas oscuras.
- Leopardo: base clara con manchas ovaladas oscuras.
- Lomo claro: la zona de la grupa es clara mientras que el resto es oscuro.
- Lomo manchado: grupa clara con manchas oscuras y el resto oscuro.
Cabeza
El tamaño de su cabeza es reducido, prolongándose de forma suave desde el cuello, ofreciendo una sensación de desproporción debido a lo musculoso de este segundo. Destacan unas orejas pequeñas así como una crin poco abundante.
Cuello
El cuello es largo y ancho, ofreciendo una gran fuerza a través de su musculatura bien desarrollada.
Cuerpo
Su grupa tiene forma redondeada, y se observa una musculatura muy bien formada y desarrollada. En cuanto a las extremidades, en apariencia son débiles, pero la realidad es que cuentan con una muy alta resistencia y fuerza, pero al ser más delgadas, les aporta una mayor agilidad.
Temperamento
Son caballos muy enérgicos, resistentes y de los más rápidos de la tierra, con una capacidad superior a la hora de hacer frente a situaciones duras con cambios de temperatura y escasez de agua y alimentos.
Es de destacar que se trata de caballos muy valientes y que necesitan mucha actividad, ofreciendo una agilidad sorprendente. No son tan fáciles a la hora de vincular al jinete, pero cuando se consigue, la unión es fuerte e indisoluble.
Orígenes del caballo appaloosa
El origen de los caballos appaloosa es desconocido, ya que incluso se han encontrado dibujos de pinturas rupestres en Francia con una antigüedad superior a los 20.000 años que representan una capa muy similar.
Incluso durante la Dinastía Ming en China, se sabe que se trataba de un pelaje muy apreciado, ya que se podía ver reflejado en multitud de figuras con forma equina.
Sin embargo, estos ejemplares y antecedentes de lo que conocemos a día de hoy como caballo appaloosa no son considerados de esta raza, sino que hablamos de una evolución que comenzó a gestarse por allá por la Edad Media, cuando los españoles reintrodujeron el caballo en América donde hacía ya muchos miles de años prácticamente había desaparecido.
Entre los caballos que entraron a estas tierras que se convirtieron en antecedentes del appaloosa, encontramos los caballos cimarrones, los cuales, después de determinadas campañas, por despistes o incluso por temporadas en las que no eran utilizados y con el objetivo de evitar tener que mantenerlos, se soltaban en la naturaleza con lo que se fueron adaptando poco a poco a la vida salvaje, creando nuevas y voluminosas manadas que se fueron extendiendo por prácticamente todo el continente americano.
Los indios Nez Perce fueron los que aprovecharon esta circunstancia, ya que observaron rápidamente que estos caballos que se iban combinando, contaban con todas las características necesarias tanto para la guerra como para la caza.
Es por ello que fueron seleccionando aquellos que presentaban unas características más destacadas y, durante unos dos siglos, fueron conformando la raza appaloosa.
Historia
Los indios americanos decidieron llamar appaloosa a este caballo en honor al río que atravesaba sus tierras. Se trataba de los Nez Perce, cuyo asentamiento se encontraba a ambos lados del río Palousse.
Con el paso de los años, llegando a finales del siglo XIX, concretamente en el año 1876, el gobierno de Norteamérica decidió emitir una orden para que se exterminase esta raza de caballos. Esto se debía a que sus cualidades los habían convertido en el arma más letal de los indios, gracias a su efectividad en la guerra.
Este llamamiento supuso la pérdida de prácticamente todos los ejemplares, pero por suerte se mantuvo un pequeño reducto a partir del cual se consiguió su recuperación. Fue en 1938 cuando se dieron los primeros pasos para conseguirlo, comenzando con la creación del Appaloosa Horse Club, conocido por sus siglas APHC.
Para mejorar todavía más la raza appaloosa, esta asociación tomó la decisión de mezclarla con ejemplares de raza árabe (dando lugar a la raza AraAppaloosa) y con otros de raza cuarto de milla. A día de hoy, los caballos appaloosa son muy apreciados en el ámbito del deporte de resistencia y velocidad, ya que cuentan con características que los convierten en los más aptos para este tipo de pruebas.
Eso sí, tan sólo el APHC está capacitado para otorgar el título de raza pura a los ejemplares, ya que ningún otro organismo puede emitir este certificado, mientras que en la actualidad se calcula que existen unos 600.000 ejemplares registrados.