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Los caballos Mustang tienen su origen en la parte central de América, siendo sus focos más destacados México y Florida. Se trata de una raza que se formó al azar, ya que provenía de mezclas de razas que se fueron produciendo entre los caballos que habían sido introducidos en el continente por los conquistadores.
No se conoce su evolución, pero a través de su ADN se conoce que provienen, entre otros, de caballos andaluces y árabes, aunque no se puede determinar las mezclas que han dado lugar de forma definitiva a la raza que conocemos a día de hoy.
La principal razón de ello es que se trata de un caballo que se ha criado en libertad, por lo que no ha existido un seguimiento claro, y atendiendo a su desconfianza y comportamiento, no ha sido una raza que haya prevalecido a la hora de la domesticación.
Es difícil establecer un precio con exactitud, pero para que nos hagamos una idea, su coste final puede oscilar entre los 5.000 € y los 25.000 €, aunque hay ejemplares que superan esta cifra aunque sea poco frecuente.
El precio normal suele estar sobre los 7.500 €, pero dependiendo del ejemplar, edad y estado entre otros, puede ser bastante variable.
Características de los caballos Mustang
Sin duda hablamos de un caballo muy interesante, que presenta una serie de características que debemos conocer para poder diferenciarlos.
Cuánto viven
La esperanza de vida del Mustang es inferior a la media, ya que se establece en unos 20 años, por lo que se trata de un animal con una longevidad corta.
En el caso de que se extremen sus cuidados y atenciones, y siempre y cuando reciba una alimentación adecuada en función de la edad y la necesaria atención veterinaria, puede llegar incluso a alcanzar los 25 años.
Alza
El caballo Mustang tiene un alza o altura hasta la cruz inferior a la media, ya que se encuentra entre los 135 cm y no suele exceder los 155 cm.
Capa
Su apariencia es desenfadada, ya que tiene un toque salvaje que lo diferencia, además de que presenta distintas capas que crean combinaciones de colores muy interesantes.
Las más habituales son los marrones oscuros y claros junto al blanco, pero cabe destacar que podemos encontrar tonalidades de prácticamente cualquier tipo y en combinaciones infinitas, lo que da lugar a muchas posibilidades.
Cabeza
Está bien proporcionada con respecto al resto del cuerpo, ya que es pequeña y muy bien adaptada a las dimensiones del cuerpo.
Cuello
Es corto y pequeño, aunque con una buena musculatura que le permite ser ágil en los movimientos y a la vez tener una buena potencia.
Cuerpo
Cabe destacar que se trata de un caballo de tamaño pequeño, pero cuenta con un cuerpo muy bien proporcionado.
Gracias a ello y a su musculatura, se trata de una raza que tiene una gran capacidad a la hora de desarrollar al máximo su potencia, logrando velocidades muy interesantes, y disfrutando sobre todo de una gran resistencia, lo que le permite realizar caminatas o carreras de incluso varios kilómetros sin mostrar debilidad ni cansancio.
Sus características lo hacen ideal a la hora de adaptarlo a prácticamente cualquier zona, incluyendo las montañas y también las llanuras más áridas.
Temperamento
Es un caballo muy inteligente y se caracteriza por tener una personalidad muy independiente. Sobre todo la muestra de cara a su propietario, pero con un poco de esfuerzo, se habitúa a la domesticación y a los ejercicios o trabajos que se le encomienden.
Su forma de ser es impetuosa y muy desconfiada, por lo que no es un tipo de caballo para cualquiera, sino que está más indicado para aquellos que ya tienen una cierta experiencia. Estamos ante un caballo rudo, fuerte y enérgico, nacido para las situaciones más duras.
Su pequeña estatura puede inducir en algunos casos a engaño, pero la realidad es que se trata de un animal que está capacitado para sobrevivir incluso en situaciones difíciles, ya que no sólo ofrece buena resistencia a las diferentes temperaturas que se puedan dar, sino que incluso adapta su alimentación a las necesidades reales en las que se encuentra.
De igual manera puede alimentarse con pastos verdes que con matorral espinoso, e incluso puede reducir el consumo de agua de forma drástica si es necesario, y todo ello sin alterar de forma significativa sus características.
Orígenes del caballo Mustang
La raza de caballo Mustang nace en América a partir de los caballos que fueron trasladados desde Europa a partir del año 1492, un proceso que duró un par de siglos y que pretendía reponer este animal que antaño era habitual en estas tierras pero que acabó desapareciendo hace miles de años.
Su entrada supuso un cambio importante, ya que se adoptaron caballos de muy diversa índole, lo que permitiría crear razas con características muy bien desarrolladas y enfocadas a cualquiera que fuese el cometido al que estuviesen orientadas.
En el caso del caballo Mustang, se formó a partir de mezclas que se realizaron en las zonas de México y Florida a partir de diferentes razas que incluían caballos árabes y caballos andaluces.
No obstante, en la actualidad no existe un seguimiento claro que permita conocer su árbol genealógico con exactitud, ya que toda la información se basa fundamentalmente en estudios de ADN realizados puesto que no hubo un seguimiento efectivo.
Historia
La llegada de caballos de Europa fue lo que motivó la aparición de nuevas razas en América. En el caso del Mustang, comenzó a gestarse en la zona central del continente, a partir de mezclas que no han podido ser aclaradas, entre otras razones porque tuvieron lugar de forma natural, a partir de caballos en libertad.
No obstante, con el paso de los años, estos nuevos caballos comenzaron a ser muy apreciados, aunque la domesticación era complicada debido a su temperamento y actitud, y a que fundamentalmente provenían de grupos salvajes donde no habían tenido apenas contacto con el ser humano.
Por su actitud salvaje, estos caballos comenzaron a expandirse y, debido a su resistencia, se llegaron a convertir en un serio problema, ya que el aumento del número de manadas hizo que empezase a escasear el alimento en la zona, muy especialmente el que estaba destinado a la ganadería.
Es por ello que a principios del siglo XX se decidiese hacer algo que no fue otra cosa que proceder a su caza. Esto hizo que el número se redujese de forma alarmante, hasta el punto que estuvo cerca de desaparecer.
Llegado el año 1960, el gobierno de Estados Unidos tomó las riendas con el objetivo de evitar su desaparición, estableciendo una Ley a través de la cual se prohibía terminantemente la caza de estos animales.
Pese a este cambio legal, la raza seguía sin recuperarse por completo, de manera que en el año 1973 se crearon diferentes proyectos que tenían como objetivo crear un sistema sostenible de cuidados y control de los ejemplares.
La idea era que las personas que estuviesen interesadas, aportasen una cantidad de dinero a modo de adopción del animal, el cual sería utilizado para los grupos de expertos y voluntarios que realizarían los cuidados y seguimiento de estos animales que permanecerían en libertad en su mayoría.
Gracias a ello, poco a poco las manadas se fueron recuperando, aunque a día de hoy sigue siendo un caballo en peligro de extinción puesto que se calcula que tan sólo quedan unos 10.000 ejemplares en libertad, ya que si bien es cierto que sus características lo convierten en un animal asombroso, el problema es que su desconfianza, la inversión que requiere su cuidado y su reticencia a ser domesticado, hacen que la mayoría se decanten por otras razas más dóciles.