Índice
Los caballos pura sangre se presentan en dos variedades principales que son el pura sangre inglés y el pura sangre irlandés, contando ambos con características coincidentes, pero presentándose con algunas diferencias mínimas fundamentalmente a nivel físico.
En cuanto a su uso a lo largo de la historia, ha destacado fundamentalmente en las carreras, ya que de hecho se concibieron principalmente con este fin.
Cabe destacar que este caballo ofrece generalmente el máximo rendimiento entre los tres y los cinco años, aunque también hay casos de purasangre que han debutado incluso con más de 10 años, aunque son poco frecuentes y generalmente se debe a un desarrollo más tardío o a dificultades en su entrenamiento como pueden ser las lesiones.
En cuanto a los precios del caballo purasangre, existen ligeras variaciones entre el inglés y el irlandés:
- Pura sangre inglés: parte de los 1.500 € aproximadamente, y puede llegar a superar los 40.000 €, estableciendo la media en unos 6.000 €.
- Pura sangre irlandés: en este caso, partiríamos de los 1.000 € aproximadamente, pudiendo alcanzar hasta los 20.000 €, mientras que la media se establecería en unos 5.500 €.
Características de los caballos pura sangre
Debemos empezar conociendo algunas de las principales características de las tres razas de pura sangre principales que son la española, inglesa e irlandesa.
Cuánto viven
En este caso, hablaríamos de una horquilla que iría desde los 30 años y hasta los 45 años de edad. No obstante, hay ejemplares que pueden reducir su esperanza de vida a los 25, mientras que otros incluso pueden llegar a superar los 45 años.
El récord de edad de un purasangre está registrado para un pura sangre inglés que consiguió alcanzar los 51 años, convirtiéndose así no sólo en el purasangre más viejo, sino también en el caballo más longevo de cuantos se han conocido.
Alza
Su altura hasta la cruz parte de los 155 cm, pudiendo llegar sin problema a los 170 cm, estableciéndose la media en 163 cm.
Capa
Su capa más habitual es la de color castaño y bayo, pero es también normal verlo con otras como la alazana, zaina o torda.
Aunque el color ocupa la mayor parte de su cuerpo, también presenta manchas blancas en la cabeza y en las extremidades, pero muy rara vez se observan en cualquier otra parte de su cuerpo.
Cabeza
Es muy proporcionada y tiene una longitud media.
Su perfil es recto con un ligero ángulo convexo, finalizando en la parte superior con dos orejas de tamaño medianas que destacan por su paralelismo.
Cuello
El cuello también tiene un tamaño medio y se muestra musculado, salvo en las yeguas que se observan formas más suaves.
Su pelaje es abundante en esta parte del cuerpo, y destaca también por ser muy sedoso.
Cuerpo
Su grupa está muy bien redondeada y con una ligera caída, finalizando en patas muy robustas, musculadas y alargadas. Las patas delanteras se muestran más cortas y delgadas, ofreciendo una buena agilidad.
Temperamento
Hablamos de un animal que está muy bien equilibrado, ofreciendo una combinación perfecta en cuanto a energía y docilidad. Disfruta de una muy buena resistencia, además de que destaca su comportamiento noble.
Aprende rápidamente y mantiene una relación muy intensa con el jinete, ofreciendo una obediencia alta que permite enseñarlo con mayor facilidad.
Orígenes del caballo pura sangre
El caballo purasangre nació en el año 1683 en Inglaterra, mediante el cruce de tres sementales árabes que habían sido traídos de Oriente Medio.
Como objetivo principal estaba el conseguir una nueva raza que tuviese grandes dotes en la carrera, y por ello se probó con los tres árabes intentando encontrar la combinación perfecta con las yeguas propias del país.
Los buenos resultados han hecho que en los tres casos se hayan obtenido lo que se denomina como caballos pura sangre, dando lugar a las variedades Godolphin Arabian, Darley Arabian y Byerley Turk.
Historia
No hay duda acerca de la gran popularidad que tienen las carreras de caballos en Inglaterra, siendo una tradición que se remonta al siglo XII y que aún a día de hoy permanece viva.
Las apuestas fueron la motivación que conseguiría que este deporte se extendiese en el tiempo, dando lugar en el año 1868 a un sistema de apuestas que se desarrollaría específicamente para las carreras de caballos.
De hecho, dicho sistema se sigue utilizando en la actualidad. Es importante saber que, aunque el purasangre comenzó a gestarse en el año 1683, no fue hasta el siglo XVIII cuando comenzó a ser registrados en su libro genealógico.
Durante varios siglos, estos caballos se criaban y utilizaban fundamentalmente en Inglaterra y con las carreras como objetivo, pero a principios del siglo XX, concretamente se calcula que a partir del año 1900, el pura sangre se comenzó a criar en otros países, adquiriendo una gran relevancia sobre todo en América.
En la actualidad, los núcleos principales de cría se encuentran en Florida, California y Kentucky, y se calcula que nacen aproximadamente 35.000 nuevos potros cada año.
Todos ellos tienen como objetivo principal el de dedicarse al mundo de la competición, una carrera que ocupa una pequeña parte de sus vidas, y dependiendo de los resultados, posteriormente son utilizados como sementales con el objetivo de conseguir mejorar al máximo los resultados a partir de los nuevos potros que vayan naciendo.
Cabe destacar que hablamos de una raza de caballos que, a día de hoy, es la máxima representación en lo que a carreras de caballos se refiere.